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El extraordinario primer GP de Mónaco de una leyenda de la F1

El Gran Premio de Mónaco fue un lugar especial para el tres veces campeón del mundo Jack Brabham. El australiano consiguió su primera victoria en el campeonato del mundo de Fórmula 1 en estas legendarias calles en 1959 y se quedó a una curva de ganar la prueba de 1970 a la edad de 44 años.

Y en su primer GP allí, en 1957, realizó una magnífica carrera que destacó y le impulsó en su camino hacia la cima.

Era su primera temporada completa como piloto de F1 con Cooper, pero la escudería británica aún no tenía un coche que aprovechara al máximo la normativa de motores de 2,5 litros. En su lugar, Brabham tenía el T43, que funcionaba como coche de F1 y F2, con una versión de dos litros del motor Climax FPF.

Pero, corriendo con neumáticos Avon en lugar de sus gomas habituales, Brabham se aprovechó del ágil Cooper y de una espectacular carrera para conseguir casi un notable podio.

Las cosas no empezaron bien. Brabham llegó tarde a la pista y tuvo un problema con los frenos, lo que provoco que sufriera un accidente en los entrenamientos. Eso significó que tuvo que hacerse cargo del coche de Les Leston y Brabham se alineó cerca del final del grupo de 16 coches.

Sin embargo, Brabham no tardó en remontar, ayudado por un dramático accidente en cabeza.

Stirling Moss había tomado la delantera en la salida, pero en la quinta vuelta llegó a la chicane demasiado rápido, posiblemente debido a un problema de frenos. El Vanwall chocó con unos postes de telégrafo y, en el accidente, los Ferraris de Peter Collins y Mike Hawthorn también sufrieron daños irreparables.

"Estaba detrás de ellos y solo recuerdo una gran nube de humo, polvo y paja por todas partes, grandes líneas negras que llegaban hasta más allá de la chicane", dijo Brabham en su autobiografía Cuando baja la bandera. "Tuvieron bastante suerte de salir de aquello".

Otros pilotos también cometieron errores al principio, lo que permitió a los Cooper equipados con Avon ganar más posiciones. Brabham superó al BRM de Ron Flockhart y llegó a ser cuarto en la primera mitad de la carrera antes de tener que parar para repostar. Además de poca potencia, este Cooper de sustitución no tenía el tanque de combustible extra de largo alcance, por lo que no podía seguir en carrera sin parar, a diferencia de los otros corredores.

Sin embargo, Brabham no tardó en adelantar al Maserati de Masten Gregory y colocarse cuarto, tras la parada en boxes. Cuando el motor del Ferrari de Wolfgang von Trips falló en las últimas etapas, el diminuto Cooper ascendió a la tercera posición. Los únicos coches por delante eran el Maserati de Juan Manuel Fangio Maserati, más potente, y el Vanwall de Tony Brooks.

La vuelta más rápida de Brabham fue solo 1,6 segundos más lenta que la de Fangio, mientras que en los entrenamientos había estado a más de 6 segundos, y parecía que podía conseguir un brillante podio en su tercera participación en el campeonato del mundo.

Entonces el motor del Climax se paró. "La bomba de combustible había fallado", explicó Brabham. "Pasé por la cima de la colina y bajé pasando la estación hasta el muelle, y me detuve justo antes del túnel".

Pero Brabham no había terminado todavía: "En aquellos días no me gustaba que me ganaran, así que me bajé del coche y empujé, ¡estaba ansioso!".

Después de tres horas de carrera en uno de los circuitos más castigados del mundo, Brabham empujó el Cooper a través del túnel hasta la chicane, hasta Tabac, y a lo largo de la orilla del puerto para llegar a la meta, entre tumultuosos aplausos.

"Lo peor de empujar el coche hasta la meta no fue tanto el agotamiento como perder el tercer puesto", añadió Brabham. "¡Y lo que más miedo daba era pasar por el túnel con todos esos potentes y grandes coches rugiendo en la oscuridad!".

Se clasificó en sexta posición, un puesto fuera de los puntos, pero había dejado su huella. "Aquel fue el comienzo del éxito de Cooper en los grandes premios", reconoció Brabham.

El editor fundador de Autosport y reportero de GP, Gregor Grant, estaba de acuerdo: "Sensacional sería la mejor palabra para describir a Brabham y al apresuradamente reconstruido Cooper. La suya fue una de las clásicas actuaciones del automovilismo que encanta a todo el mundo".

Dos años después, Brabham ganaría la carrera para Cooper en camino hacia su primer título mundial.